Por Yolanda Reyes
En este texto se plantea que el hogar es el mundo de un niño pequeño, donde se aprende lo fundamental de la vida, ya que las cuatro paredes del hogar son la primera imagen del mundo y donde las innovaciones de la educación aún no han llegado. Ese mundo donde no existe la planificación es donde los niños crecen, donde hablar de lectura no es igual que en la cual, teniendo en cuanta que los padres no son maestros.
El hogar proporcionas a la lectura un contexto, un porqué y un para qué, donde se crea ese nido, donde los padres se hacen imprescindibles. Además hay que tener en cuenta que la lectura es algo vital en la vida de los seres humanos, que comienza en el hogar y está más allá de la escuela. En cada hogar existe alguien (padres, tíos abuelos, hermanos, etc.), que les leen a los niños incentivando el amor por la lectura, pero quizás sin una intención educativa, quizás sólo por el placer de leer y escuchar.
Cada método pedagógico creado, es difícil encontrar implementado en un hogar, ya que las raíces de la lectura están arraigadas en esa educación informal de cada casa, teniendo en cuenta que este proceso se inicia desde que nacemos y algunos platean que ocurre desde antes. Este proceso cuanta de tres etapas, pero en esta oportunidad sólo platearemos dos:
Yo no leo. Alguien me lee, me descifra y escribe en mí.
El recién nacido al llegar a este mundo se encuentra expuesto a un sin fin de estímulos auditivos, que al pasar del tiempo comienzan a organizar y comprender, a medida que alguien lee y descifra por él, le ayudan a interiorizar los primeros significados. Los libros sin páginas, es decir, la tradición oral es un primer paso para la formación del lector, el poder mágico de cada palabra envuelve al niño y lo sitúa en lo poético.
Ya en el primer año del niño, su experiencia con el lenguaje y la lectura se encuentra estrechamente ligado con los afectos que lo rodean, el aprendizaje en el hogar, no se relaciona con lo pedagógico, pero si con la esencia de la poesía y con lo trascendental que puede llegar a se la lectura en su vida. En cada lectura que se realiza con el niño se le van entregando pequeñas pistas para su posterior lectura autónoma, pequeños detalles sobre cómo dar vuelta la página de un libro, que se lee de izquierda a derecha, la entonación y pausas según los signos. Cada relato se va haciendo más complejo con el paso del tiempo, incluyendo personajes, hechos y actos, que suceden en distintos tiempos.
Yo empiezo a leer con otros
En niño en esta etapa pasa de ser un lector totalmente dependiente a una lectura más autónoma, es una proceso que le llevó años y se constituye en el paso más difícil por el cual pasará para lograr su formación, el proceso de alfabetización por el cual pasa le ayudará a acceder mágicamente a una gran gama de lecturas que le ayudarán a transitar por la vida. El niño al no acceder a este mundo mágico se aproxima a la deserción, tan común que los aleja de la lectura. La lectura implica por parte del niño es un esfuerzo gigantesco, que conlleva mucho trabajo, que nosotros los adultos muchas veces olvidamos. Esos pasos que hay que seguir para lograr descifrar y comprender los codigos muchas veces son aburridos, pero que se deben seguir, causando el desagrado del niño, ya que es una actividad sin emociones y donde su participación no es muy activa.
En esta etapa los padres siguen teniendo un rol preponderante, ellos deben apoyar al niño, incentivando sus progresos sobre el dominio del código escrito. Un paso importante es darles “La Bienvenida al Club de los Alfabetizados”. El hecho de leer juntos, una receta, el diario u otros artículos, es una manera de apoyar la lectura de los niños. La lectura comienza con variados errores y con el pasar del tiempo se va perfeccionando. Las lecturas deben ir aumentando en complejidad para así fomentar el desarrollo de la lectura.
En fin, el texto plantea que los padres tiene la misión, desde que el niño nace, en apoyar su inserción en el mundo, y crear ese nido fundamental para el desarrollo integral del niño.
El hogar proporcionas a la lectura un contexto, un porqué y un para qué, donde se crea ese nido, donde los padres se hacen imprescindibles. Además hay que tener en cuenta que la lectura es algo vital en la vida de los seres humanos, que comienza en el hogar y está más allá de la escuela. En cada hogar existe alguien (padres, tíos abuelos, hermanos, etc.), que les leen a los niños incentivando el amor por la lectura, pero quizás sin una intención educativa, quizás sólo por el placer de leer y escuchar.
Cada método pedagógico creado, es difícil encontrar implementado en un hogar, ya que las raíces de la lectura están arraigadas en esa educación informal de cada casa, teniendo en cuenta que este proceso se inicia desde que nacemos y algunos platean que ocurre desde antes. Este proceso cuanta de tres etapas, pero en esta oportunidad sólo platearemos dos:
Yo no leo. Alguien me lee, me descifra y escribe en mí.
El recién nacido al llegar a este mundo se encuentra expuesto a un sin fin de estímulos auditivos, que al pasar del tiempo comienzan a organizar y comprender, a medida que alguien lee y descifra por él, le ayudan a interiorizar los primeros significados. Los libros sin páginas, es decir, la tradición oral es un primer paso para la formación del lector, el poder mágico de cada palabra envuelve al niño y lo sitúa en lo poético.
Ya en el primer año del niño, su experiencia con el lenguaje y la lectura se encuentra estrechamente ligado con los afectos que lo rodean, el aprendizaje en el hogar, no se relaciona con lo pedagógico, pero si con la esencia de la poesía y con lo trascendental que puede llegar a se la lectura en su vida. En cada lectura que se realiza con el niño se le van entregando pequeñas pistas para su posterior lectura autónoma, pequeños detalles sobre cómo dar vuelta la página de un libro, que se lee de izquierda a derecha, la entonación y pausas según los signos. Cada relato se va haciendo más complejo con el paso del tiempo, incluyendo personajes, hechos y actos, que suceden en distintos tiempos.
Yo empiezo a leer con otros
En niño en esta etapa pasa de ser un lector totalmente dependiente a una lectura más autónoma, es una proceso que le llevó años y se constituye en el paso más difícil por el cual pasará para lograr su formación, el proceso de alfabetización por el cual pasa le ayudará a acceder mágicamente a una gran gama de lecturas que le ayudarán a transitar por la vida. El niño al no acceder a este mundo mágico se aproxima a la deserción, tan común que los aleja de la lectura. La lectura implica por parte del niño es un esfuerzo gigantesco, que conlleva mucho trabajo, que nosotros los adultos muchas veces olvidamos. Esos pasos que hay que seguir para lograr descifrar y comprender los codigos muchas veces son aburridos, pero que se deben seguir, causando el desagrado del niño, ya que es una actividad sin emociones y donde su participación no es muy activa.
En esta etapa los padres siguen teniendo un rol preponderante, ellos deben apoyar al niño, incentivando sus progresos sobre el dominio del código escrito. Un paso importante es darles “La Bienvenida al Club de los Alfabetizados”. El hecho de leer juntos, una receta, el diario u otros artículos, es una manera de apoyar la lectura de los niños. La lectura comienza con variados errores y con el pasar del tiempo se va perfeccionando. Las lecturas deben ir aumentando en complejidad para así fomentar el desarrollo de la lectura.
En fin, el texto plantea que los padres tiene la misión, desde que el niño nace, en apoyar su inserción en el mundo, y crear ese nido fundamental para el desarrollo integral del niño.
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