A través del tiempo distintas disciplinas han ido entregando elementos que han permitido la aparición de variadas propuestas, que en conjunto con la teoría también se pueden ver aplicadas en el aula.
El texto plantea que los niños se encuentran relacionados con la lectura y la escritura antes que se les enseñen en la escuela, y esto es gracias al medio que los rodean, ya que éste se encuentra orientado hacia lo impreso (libros, afiches y más), por lo que la interacción con éste es constante y desde muy pequeños. Mientras más expuesto esté el niño al material impreso, su capacidad para reconocer la función del texto será más precisa.
Por lo que la exposición del niño al material impreso debe ser pertinente a su edad e intereses, pero también debe ir complejizándose al paso del tiempo, ya que el conocimiento del lenguaje escrito es un proceso extenso y complejo, que se demora años y no sólo meses.
La adquisición de la habilidad de la lectura no es mágica, sino por el contrario, es un proceso difícil, que necesita la ayuda de otros para comprender el mundo de la lectura y que éstos le presten apoyo para ir traspasando las distintas fases que este aprendizaje requiere. Tras el paso de las fases, éstas van aumentando en dificultad, permitiéndole al niño ir adquiriendo mayores capacidades y habilidades lectoras.
La adquisición de la habilidad de la escritura al igual que la lectura, es un proceso largo y muchas veces aburrido, que también cuenta con fases, las cuales van aumentando en complejidad a medida que el niño las va pasando, las que le permiten alcanzar la tan anhelada escritura.
Para que los niños adquieran las habilidades de lectura y escritura, existen un sin fin de materiales que pueden comenzar a ser usados por ellos desde muy pequeños, y así hacerles más agradables las fases y etapas que deben pasar hasta llegar a ser escritores y lectores autónomos.
El texto plantea que los niños se encuentran relacionados con la lectura y la escritura antes que se les enseñen en la escuela, y esto es gracias al medio que los rodean, ya que éste se encuentra orientado hacia lo impreso (libros, afiches y más), por lo que la interacción con éste es constante y desde muy pequeños. Mientras más expuesto esté el niño al material impreso, su capacidad para reconocer la función del texto será más precisa.
Por lo que la exposición del niño al material impreso debe ser pertinente a su edad e intereses, pero también debe ir complejizándose al paso del tiempo, ya que el conocimiento del lenguaje escrito es un proceso extenso y complejo, que se demora años y no sólo meses.
La adquisición de la habilidad de la lectura no es mágica, sino por el contrario, es un proceso difícil, que necesita la ayuda de otros para comprender el mundo de la lectura y que éstos le presten apoyo para ir traspasando las distintas fases que este aprendizaje requiere. Tras el paso de las fases, éstas van aumentando en dificultad, permitiéndole al niño ir adquiriendo mayores capacidades y habilidades lectoras.
La adquisición de la habilidad de la escritura al igual que la lectura, es un proceso largo y muchas veces aburrido, que también cuenta con fases, las cuales van aumentando en complejidad a medida que el niño las va pasando, las que le permiten alcanzar la tan anhelada escritura.
Para que los niños adquieran las habilidades de lectura y escritura, existen un sin fin de materiales que pueden comenzar a ser usados por ellos desde muy pequeños, y así hacerles más agradables las fases y etapas que deben pasar hasta llegar a ser escritores y lectores autónomos.
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